jueves, 12 de noviembre de 2009

Socialización

Los creadores se apropiaron del tangram dándose a la tarea de armar las figuras que aparecían en las instrucciones y enseñándoles a los niños invitados a hacerlas. Su compromiso consistió en difundir las piezas y sus mensajes entre las personas de las veredas que habitan.

Julio y el Monstruo Basura cobraron vida en la dramatización que realizaron los creadores. Esta fue una buena manera de transmitir la historia al público presente en el coliseo de Guadalupe.

De manera clara los creadores manifestaron al Alcalde de Guadalupe su preocupación por la inexistencia en sus veredas de un lugar adecuado donde depositar los residuos sólidos. Plantearon como posibile solución que el Municipio envíe un camión recolector periódicamente y la comunidad se comprometa a reciclar y a hacer un acopio de los residuos para facilitar su recolección. Sin embargo, el Alcalde consideró poco viable esta propuesta por el valor económico que acarrea y planteó a largo plazo la adecuación de pequeños terrenos para la deposición de los residuos. Quedó en el aire la incertidumbre sobre el manejo y el mantenimiento que se le darían a estos espacios y la factibilidad de encontrar voluntad entre algunos habitantes para convivir con un pequeño "relleno sanitario" en su propiedad.

El tema quedó sobre la mesa. Está en manos de los creadores convertirse en los actores dentro de sus comunidades que lideren proyectos al respecto, y convoquen y movilicen a los habitantes a proponer y exigir soluciones a la administración municipal.

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