miércoles, 11 de noviembre de 2009

En cada sobre irá una historia:

Julio y el Monstruo Basura

Como su familia necesitaba peces para comer, Julio fue a pescar. Tiró el anzuelo y después de esperar apareció en el agua el Monstruo Basura que, hambriento, quería comérselo.

El niño subió a la montaña hasta encontrar a la Sabia que vivía allí y le dijo:
–Se cumplió mi sueño. El monstruo…
–No temas –dijo la Sabia consolándolo–. Esto te servirá, pero no lo abras hasta que sea necesario. El secreto, Julio, está en mirar las cosas con otros ojos.

Al día siguiente, cuando el Monstruo Basura emergió, Julio abrió la bolsa esperando un acto mágico. Pero de su interior sólo salieron vasos desechables, tapitas y un palo. Desilusionado, el pequeño volvió a huir.

En casa, mientras contemplaba a su padre cultivar, Julio vio brotar unas plantas en los vasos desechables del jardín, entonces comprendió las palabras de la Sabia: El secreto está en mirar las cosas con otros ojos.

De nuevo frente al Monstruo Basura, Julio abrió la bolsa y sacó una varita mágica elaborada con los vasos desechables, las tapitas y el palo alargado. Cerró los ojos y dio tres toques.

Cuando el monstruo fue sorprendido por la magia vinieron a su memoria recuerdos dolorosos y felices recuerdos. Así recordó que se había convertido en monstruo después de que su novia Escoba lo botó rompiéndole el corazón en mil pedazos, y se sintió muy triste. Pero después, mágicamente, vino a su memoria la Mamá Basurona consintiéndolo de niño: “Cuando seas grande, pequeño Basurita, podrás ser muchas cosas”.

Entonces sintió una alegría tan grande que desde ese momento el Monstruo Basura fue brindándose por todas las casas, transformado en una muñeca de trapo, en un cohete de plástico, en un portarretratos de papel, en miles de objetos que le alegraron la vida a aquellos que algún día le temieron.


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