Cada uno de los rectángulos era una fotografía al revés de un integrante de En La Jugada, que controlando su curiosidad pensó en un buen deseo para regalar, tomó al azar otros dos de una bolsa y los fue pegando cuando le correspondió el turno. Así, veinte jóvenes recibieron sesenta buenos deseos.
lunes, 22 de junio de 2009
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