Unión

Luego unieron sus historias así:

"Había una vez una señora llamada Ana que tenía gemelos, llamados Simón y Pedro, y siempre los bañaba con jabón de lavar ropa y una vez a los niños se les irritaron los ojos y sus vecinas Raquel e Isabel le recomendaron jabón especial para bebés. Doña Ana fue a la farmacia del pueblo y la atendieron dos farmaceutas llamadas Licet y Jasmín y le recomendaron un jabón. Pasaron 5 años y doña Ana y José le recomendaron a su vecina Rosa este jabón porque era muy bueno.

Doña Ana acostumbraba darle en los teteros a los niños leche de vaca la cual les hacía daño. Doña Ana preocupada le preguntó a sus vecinos Lucas y Lucía que por qué a los niños les hacía daño la leche de vaca. Ellos le contestaron que para la edad que tenían era mejor darles leche deslactosada.

Doña Ana fue al supermercado y la atendió Yenifer y su esposo Nolberto quien también le recomendó leche deslactosada, saliendo del supermercado se encontró con don Juan, el reciclador del pueblo, quien le preguntó cuáles eran los residuos sólidos que más resultaban en su casa y ella le dijo empaques plásticos y cartón. A partir de ese día doña Ana le mandaba el reciclaje a Juan con sus dos hermanos Federico y Serafín, y así ayudo con la protección del medio ambiente".

Licet y Yenifer