Este es un pobre carro de ambulancia que era hecho de reciclaje y de pintura. Lo vendieron a una tienda. Un niño lo compró, lo quería mucho y no consentía que los amigos lo cogieran, pero un día un amigo de maldad lo cogió, lo dañó y lo botó por egoísta, y el niño buscó su carro en toda parte y no lo encontró, lloraba y le decía a la mamá: Mi carro no está por ninguna parte, vamos a comprar otro igualito. Mi carrito me trae recuerdos de niñez.
El planeta Tierra es un mundo maravilloso. Doy gracias a este mundo tan divertido de animales: Ok.
Felipe
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